5 de junio de 2016

La "calle del Trinquete de Caballeros" presenció un lugar para los juegos de pelota.

La calle del Trinquete de Caballeros se alarga desde la plaza de Napoles y Sicilia hasta la plaza de San Vicente Ferrer y su nombre arranca de los tiempos en que tanto el vulgo como los nobles jugaban a pelota en las calles. La iglesia del Milagro de la calle del Trinquete Caballeros lleva el nombre del Milagro por el hecho de que la cofradía que se cuida de la Virgen de la Seo tiene allí su capilla y su denominación recuerde el milagro ocurrido con esta imagen un 14 de agosto de 1556. Pero en su fachada principal vemos una escultura de la Virgen de la Providencia de estilo gótico francés de mediados del S.XIV que es cubierta por un doselete y una ménsula sobre la que se apoya. Estos dos elementos son auténticos pero la escultura es una réplica del original que se conserva en el Museo Catedralicio. Su advocación deviene de ser la Virgen de la Providencia la patrona del Hospital de Pobres Sacerdotes que en su origen ocupó la casona de esta iglesia. Del mismo modo, un precioso retablo de azulejos que representa a la Virgen del Rosario se ve en su lateral. En esta iglesia destaca el panel de azulejos de su primera planta donde se representan escenas de la vida de San Luis Bertrán.

Enfrente, la magnífica iglesia y residencia de los Caballeros de la Orden de San Juan del Hospital maravilla por su belleza. En el entorno de la puerta de la Xerea de la muralla árabe los predios otorgados a los sanjuanistas después de la conquista de 1238 llegaban hasta la calle del Mar, reduciéndose con posterioridad. Es notable la devoción al Cristo de las Penas, que tuvo un callizo estrecho, hoy desaparecido, en el que su cofradía realizaba una procesión penitencial. A mediados del S.XIX la iglesia dejó de pertenecer a dicha Orden y pasó a ser una pequeña iglesia parroquial que se trasladó en 1897 a la calle de Isabel la Católica con este nombre y luego se renombró como San Juan y San Vicente. No faltan en esta calle palacios como el de los condes de Almenara y que hoy ocupan las Hijas de María Inmaculada para ayudar a encontrar trabajo a asistentas extranjeras y que lo separa del antiguo Hospital un azucat. Frente a él, el palacio de la Baronesa de Alacuás da sede a lo Rat Penat. La calle como hoy la conocemos tuvo dos tramos bien diferenciados, desde la plaza de San Vicente Ferrer hasta la esquina con la calle del Milagro, y el que iba desde esta esquina hasta la entrada de la calle del Barón de Petrès. Cuando se derribaron viejas manzanas para abrir la actual plaza de Napoles y Sicilia lo que quedó de los dos tramos se unificó en el actual rótulo. El primer tramo mencionado se llamó “de Chepolella” y el segundo “dels Montaguts”. Los dos tramos ya unificados se llamaron “del trinquet del pavorde” en 1505.