14 de abril de 2015

La "plaza de la Virgen de la Paz" recuerda la capilla y hornacina que la iglesia de Santa Catalina le dedica.

La “Plaza de la Virgen de la Paz” se rotula así por una capilla que hubo en el lugar donde el “mustasaf” regulaba con su tribunal la pureza y dignidad del comercio. Es por eso por lo que es su lugar hoy podemos ver un retablo cerámico adosado a la fachada de la iglesia de Santa Catalina recayente a la plaza de Lope de Vega que representa a esta advocación mariana. Este fue hecho por los viajeros de la Serranía ya que esta es la patrona de Villar del Arzobispo y así podían rezar y celebrar su imagen. Con accesos desde Tapinería, Martín Mengod y Lope de Vega, se llamó durante mucho tiempo “del Pozo de San Lorenzo” pues a este santo se le consideró valenciano durante un cierto tiempo y tuvo una fuente hoy tapiada donde habría nacido. En su entorno proliferaron las famosas platerías que dieron nombre al barrio.