21 de marzo de 2013

La "Plaza de la Almoina" alojó una casa en la que se daba limosna y otras atenciones a los pobres de la ciudad.

La Plaza de la Almoina debe su nombre a la fundación por parte del Obispo de la Orden de Predicadores llamado Fray Raimundo Despont de una casa en el S.XIII para sustentar diariamente a un buen número de pobres. Esta casa de limosna se llamó en principio de En Conesa por haber sido alguien de este nombre su primer capellán. En sus locales se impartieron clases de Gramática y Teología hasta que estas enseñanzas se trasladaron al Aula Capitular de la Catedral. También sirvió como asilo de aquellos que habían cometido algún delito grave y se refugiaban al amparo de la inmunidad de la iglesia para “acogerse a sagrado”.
Hay que destacar el edificio que cobija a la Cárcel de San Valero, llamada Casa del Punt de Ganxo y anteriormente Casa del mantón de Manila, que es una construcción de estilo modernista de principios del S.XX con un precioso busto del santo en la hornacina de su entrada y que hoy aloja a la Asociación de Belenistas. Junto a ella se halla la Cárcel de San Vicente, conocida anteriormente como Forn de Sant Vicent, y que en su parte trasera ubica el brazo de una capilla cruciforme de la antigua catedral visigótica que se ha museizado convenientemente. Además, la puerta románica de la Catedral es el único ejemplar de estas características que nos queda y que muestra en los capiteles de sus columnas veinticuatro pasajes del Génesis y del Exodo. En su arco podemos contemplar siete matrimonios con las cabezas de hombre y siete de mujeres que bien pudieron ser los que financiaron esta obra o que son, según leyenda popular, siete matrimonios que vinieron con setecientas leridanas para poblar estas tierras tras la conquista. Esta plaza se llamó de la Leña, de la Ermita, Oficialitat, dels Canonges y de la Fruta porque desde antiguo se vendió aquí. Se accede a ella por la Calle del Palau y de la Barchilla.